Ambiente

Este blog fue escrito por Kirsten Williams, pasante legal de verano de 2022 para Ocean Conservancy. Kirsten está ingresando a su cuarto año como estudiante conjunta de Derecho (JD) y Maestría en Gestión Ambiental (MEM) en Vermont Law & Graduate School y Yale School of the Environment. Su trabajo se centra en litigios sobre el cambio climático, derecho y política oceánicos y energías renovables. La ballena franca del Pacífico Norte es una de las más raras de todas las especies de ballenas grandes y una de las especies más amenazadas del planeta. A pesar de su enorme tamaño (¡más de 50 pies de largo!), la ballena franca del Pacífico Norte se alimenta de diminuto plancton al filtrar cientos de galones de agua de mar en un solo trago para filtrar los organismos con placas de barbas. Además de la ballena franca del Pacífico Norte, existen otras dos especies de ballenas francas: la ballena franca del Atlántico Norte, que se encuentra en el Océano Atlántico, y la ballena franca austral

Cuando llegué por primera vez a Ocean Conservancy, alguien me preguntó cuál era mi animal favorito. ¿Mi respuesta? La mantarraya gigante oceánica (Mobula birostris). ¿Por qué? Porque son tan grandes y tan magníficos en el agua que parecen desafiar toda explicación y, al igual que el océano mismo, parecen estar imbuidos de un espíritu de poder y magia que inspira asombro. Cuando era una niña que crecía en Baltimore, una ciudad portuaria de la costa este, daba por hecho el océano. Sin lugar a dudas, sabía que, con la misma seguridad con que salía el sol por la mañana, habría cangrejos en la bahía de Chesapeake, medusas en el puerto interior y delfines más allá de las islas de barrera de Maryland. Pero a medida que crecí, aprendí que no podemos dar por sentada ninguna parte de nuestra increíble Tierra. Aprender y luego presenciar de primera mano los cambios y la destrucción que realmente estaban ocurriendo bajo la superficie de la Bahía me inspiró a seguir una carrera de por vida en